El diseño como jalonador del desarrollo
Ayer, después de mi tradicional y familiar almuerzo dominical, entramos a conversar respecto a mi profesión y me preguntaron respecto al papel que podría cumplir el diseño en determinados contextos y coyunturas específicas; ¿qué papel desempeña un diseñador en China y Japón? ¿qué papel desempeñaría en Suecia, Dinamarca o Finlandia? ¿qué papel desempeñaría en Latinoamérica? Hay que entender que en cada cultura la apropiación de las profesiones es relativa al papel que estas hayan cumplido en su historia; no en vano que se reconozca en mayor medida la labor del diseñador en Europa, donde el Arquitecto y el Diseñador cumplieron un papel de gran importancia en su historia y, en algunos casos, fue el foco del desarrollo (países escandinavos, Holanda, Alemania, etc.). Al establecerse Asia como un continente preponderantemente productor, el diseño seguiría esa tendencia hacia lo que es el diseño de producto, no tan enfocado a los hábitos de consumo, estudios de mercado o experiencia de compra, como quizás se enfocó con mayor fuerza en Estados Unidos (un país eminentemente consumidor). Ahora, con base en estas conclusiones que a simple vista podrían parecer un poco caprichosas y apresuradas, ¿cuál sería el papel del diseño en LA y, más específicamente, en Colombia?
Debemos hacer una especie de introspección para poder analizar y medir nuestras fortalezas y debilidades para poder sacar el mayor provecho posible al potencial que tiene el diseño; por ejemplo, aunque desde que llegó el diseño al país se enfocó de esa manera, en Colombia nunca se ha hecho desarrollo de productos al nivel de países industrializados, y sería ilógico enfocar todos los esfuerzos hacía el diseño de producto. Por otro lado, Colombia ha demostrado ser un país altamente emprendedor, donde es mejor ser empresario que empleado (condición que no se cumple en todo el mundo), dirección hacia la que debería enfilarse la formación en diseño. Bruce Nussbaum en su sección de Innovación y Diseño de la revista Business Week, Nussbaum on Design, referencia el último libro de Tim Brown, CEO de IDEO, en el que el autor cita un caso en el que transformaron el servicio de salud en un hospital gracias al pensamiento de diseño aplicado y el diseño centrado en el usuario; lo interesante del caso, es como el diseño logra trasgredir las barreras tradicionales de su profesión para intervenir sobre problemáticas de gran impacto social. Es por esta razón que el diseño se presenta como una herramienta que puede aportar a jalonar el desarrollo en varios campos y niveles, interviniendo desde la vida cotidiana hasta la administración pública; pero uno de los enfoques que me parece más importante y con mayor potencial es el empresarial, donde el diseño ha venido ganando cierto protagonismo alrededor del mundo.
Ya no se habla de empresas de diseño únicamente para referirse a aquellas empresas que venden el diseño como un servicio explicito (productos o consultorias), sino que entramos en un momento en que el diseño para la empresa adquiere una preponderancia sobre las demas variables y herramientas; ¿qué tienen en común Procter & Gamble y Google? Sí la primera se dedica a la comercialización de productos de consumo masivo y la segunda vende servicios de tecnología e información. Pues P&G y Google son empresas orientadas en diseño, razón por la cual tienen intercambio constante de empleados para compartir ideas más que para enseñar habilidades. Este nuevo concepto de la empresa orientada en diseño es un campo aún por explorar por el diseño, pero con gran potencial en países como Colombia, donde los índices de emprendmiento superan los de gran parte de la región, pero aún con grandes fallas por la ausencia de innovación y aplicación de creatividad. En esta medida, el diseño debe jalonar el desarrollo desde la empresa, generando empleo y una riqueza responsable, además de partir de modelos de negocio creativos e innovadores centrados en la gente y sus necesidades, capacidades y expectativas.